dissabte, 26 de març del 2016

¿Es posible una lectura de carácter social del pensamiento nietzscheano?



                                     Empezaré este texto justificándome. Esta pregunta que da nombre al texto es una pregunta que merece ser respondida, sobre todo de un hombre y de un pensamiento del que se ha dicho tanto, del que se ha hecho analogías ignorantes y desconocedoras de su contexto familiar con gobiernos totalitarios cuando ha despreciado cuestiones tales como la guerra, calificándola de una pasión inútil que convierte al vencedor en engreído y en resentido al perdedor. No faltan hoy voces en la Academia, a veces hasta conducirme a la decepción, que siguen manteniendo las tesis de la aparentemente progresista Escuela de Frankfurt de un Nietzsche que inherentemente en su corpus filosófico existía el gérmen del facismo y el nacionalsocialismo, entre ellos el teórico postestructuralista y marxista Slavoj Zízek, demostrando con ello que critica aquello que no conoce. ¿Cómo me atrevo a decirle yo esto a un autor tan prestigioso de la filosofía contemporánea actual?
                          
                                   Estimado lector, yo en numerosas ocasiones he gozado de la lectura de las obras de Nietzsche, quién ha sido sin duda uno de mis introductores definitivos en el campo de la filosofía, aunque debiera mencionar como influencias anteriores mi tendencia marxista poco formada de mi adolescencia, la teoría epistemológica cartesiana, la teoría ética kantiana y la teología cristiana, en concreto todo conocimiento referente a las teorías filosóficas de Benedicto XVI y su tesis sobre La Dictadura del relativismo.




                                        Cuando conocí a Friedrich Nietzsche lo detesté, pero no con vilezas y reduccionismos pseudoantifascistas, quién me conoce sabe que siempre lo invariable en mi corazón ha sido este agradable desprecio a los pensamientos que se niegan a ver las implicaciones reales de la Teoría de la evolución de Darwin en pro de una fundamentación engreída de la raza y su relación con el Estado Nación. Aquel que me conoce sabe que si yo viera a Friedrich Nietzsche como un fascista, no daría la cara por este valioso pensamiento, un pensamiento que, por cierto, motivado por Hegel e influenciado por la teoría darwinista le hace formar parte de las Filosofías de la Sospecha, que han sido en última instancia los pensamientos de los que heredo la metodología que disfruto de aplicar en mis pretendidamente humildes exposiciones filosóficas y reflexiones que desarrollo en general. No soy ningún doctor ni un gran académico, sino una persona más que disfruta de la especulación filosófica.

                                         Cuando me atrevo a criticar los razonamientos zizekianos a este objeto lo hago desde mi propia experiencia con la obra nietzscheana. En aquellos puntos en los que Nietzsche crítica la teología judía la gente que insiste en ver a Nietzsche como un protonazi se fundamenta en esos como si la crítica al cristianismo no fuera la hegemónica y más potente expuesta en su pensamiento: Nietzsche detestaba profundamente el entorno alemán, y en sus momentos de locura envió cartas a numerosos monarcas para parar el avance de Bismarck en la unificación prusiana de Alemania. Era tan salvaje su crítica al antisemitismo que era incluso capaz (cuestión que no comparto con él ¿Por qué no dejarlo claro?) de solicitar la pena de muerte para los decadentes y resentidos antisemitas. Huelga decir que aquel quién lo lea sabe que Nietzsche no hace en la mayoría de los casos otra cosa que no sea alabar el pueblo judío.




                                 Creo que tras haber dejado todo lo anteriormente expuesto claro, abro las puertas a lecturas más abiertas de su filosofía. Recuerdo que cuando iba a primero de Bachiller, que fue en una de las épocas de mayor desarrollo filosófico en mi vida, me perturbó descubrir por parte de mis amistosos compañeros de segundo el pensamiento nietzscheano. Yo en aquel entonces estaba experimentando uno de mis momentos más religiosos. Imagínense, yo, que hacía teorías platónico-panteístas en aquel momento, en las que identificaba en Dios una contradicción interna justificación de su desarrollo interior que daba lugar a una constante mejora de la realidad hallarme ante tal salvaje Dictadura del relativismo, la extrema fundamentación de la relatividad existente en cuestiones relativas a la moral y la moralidad en general. Fue un duro golpe para mi descubrir que a la larga no podía hacer nada para contraargumentar las tesis nietzscheana, pues hay una cosa importante a recordar por parte de todo aquel que se precie como pensador, y es que la realidad no es cómo nos gustaría que fuera sino como es. La fantasmagórica presencia de este autor que en mi engendraba terror pero que, por otro lado, me resultaba difícil de rebatir vino de la mano de un contexto poco favorable de aquel lugar que prefiero no mencionar en el cual desarrollaba mis experiencias espirituales. Acabó finalmente mi espíritu reaccionando contra todo aquello que aspiraba a moldearme e incluso que cínica y abiertamente me solicitaba que cambiara mis determinaciones y mi actitud ante el mundo. Se iba completando en mi sin yo saberlo una parte importante de la teoría de las metamorfosis nietzscheanas. Quemé simbólicamente imágenes de un pasado decadente  durante dos semanas en las que recuerdo enloquecer completamente. Dije no a lo que me oprimía para decirme sí a mi mismo, o cómo lo expone este autor: Para poder decir sí a la vida hay que aprender a decir "no". Nietzsche me liberó de los sencillos esquemas conceptuales mediante los cuales significaba la realidad para que finalmente se liberase mi mente hasta puntos que en su momento era incapaz de intuir y excedían su pensamiento. Sinceramente creo que Nietzsche es uno de esos autores que realmente son capaces de introducir a un individuo con éxito en el mundo de la filosofía.



                         Entrando en materia, en lugar de hacer una explicación extensiva de todo su pensamiento me propongo a compartir una serie de reflexiones sobre el Prólogo de Así Habló Zaratustra . Pero con ello no pretendo afirmar que no hay mucho más contenido en esta obra y otras que podrían señalar a resolver la respuesta de la pregunta aquí formulada. Entre otras muchas posibilidades que se me ocurren recuerdo un interesante aforismo de su obra Aurora, concretamente el aforismo 206 del tercer libro constituyente de la obra, en la que se dirigía a la clase obrera pidiéndoles que, básicamente, ignorasen su precariedad laboral, que ignorasen a su patrono y demás y se fueran de aventuras. Dejo aquí un link a este texto en este blog.  http://absurdateoria.blogspot.com.es/2014/05/solucion-extrema-contra-la-alineacion.html

                        Prólogo.
                           I
                           1. "Quisiera regalar y repartir hasta que los sabios de entre los hombres vuelvan a alegrarse de su locura y los pobres de su riqueza". 
                           En esta sentencia me atrevería a decir que Nietzsche está llevando a cabo una crítica a lo que más tarde algunas tendencias de la filosofía llamarían la Hiperracionalización que trajo consigo la Ilustración. Como indicaría Foucault, antes del siglo XVIII y sobre todo el XIX la locura no era entendida por la población como un problema mental, el loco es aquel que ve lo que no ve el cuerdo. El loco pasa a ser el ejemplo de lo no-humano, de lo que se escapa de las características normativas de como debería ser un humano. Parece pues que pretende ser una crítica a como el filósofo ha de mostrarse como racional, la razón sustituye a Dios como presupuesto fundamental del Saber. Es la razón precisamente el episteme que excluyendo ciertas dimensiones humanas construye una concepción normativa de lo que es humano. Por otro lado, señala al pobre como aquel que se alegraba de su riqueza: Tras la llegada de la ideología burguesa y su auge en el siglo XX el obrero quiere escapar de sus condiciones de vida insatisfactorias, y desde luego, la ideología burguesa informa de sí esta posibilidad como potencial en sus esquemas. El obrero quiere enriquecerse abandonando la riqueza de su libertad, deseando la comodidad que en Nietzsche es radicalmente opuesto al enfrentamiento de la verdad. Como Hegel lo pondría en el carácter estoico del pensamiento del esclavo en su dialéctica del Amo y el Esclavo: El esclavo es aquel que en última instancia puede acabar con su determinación de esclavo, acabando así mismo con la figura del amo, que ha de ser reconocido por un esclavo como Amo para tener tal determinación. El obrero renuncia a este poder queriéndose convertir en aquella figura que lo oprime y explota.


                             II.
                               1. " Zaratustra descendió solo de la montaña sin encontrar a nadie en su camino, pero cuando penetró en los bosques se vio de repente ante un anciano que había salido de su santa choza para buscar raíces en la espesura."..."-Entonces subiste a la montaña llevando tu ceniza ¿Quieres llevar hoy tu fuego al valle? ¿No temes el castigo que amenaza a los incendiarios?"..."-Zaratustra, eres como un niño que acaba de despertar ¿Qué es lo que quieres de los que duermen?"

                                   ¿No sería de alguna manera el último hombre, el Nihilismo Pasivo, esta estéril situación de contemplación de los árboles? El bosque representaría la sociedad en este sentido, al penetrar en él se halla con un religioso ermitaño que parece ser conciente del posicionamiento crítico de Zaratustra. La ceniza vendría a significar el sufrimiento, lo que había sido quemado en la vida de Zaratustra, aquello que lo motivó a subir a la montaña y llenarse de sabiduría, y lo que bajaba con él era su fuego, su capacidad incendiaria, el sufrimiento que portaba su verdad consigo. Con Nietzsche uno asume más que con ningún otro autor que la realidad no es nunca como uno quisiera sino como es. Así pues Zaratustra pretende incendiar esta pasividad contemplativa del depresivo Último Hombre, aquel hombre que vive en las redes de la irrealidad del concepto y la ideología, de las mentiras de la inmaterialidad de la moral, que en la hegemonía burguesa es Trabaja y lucha, pues la ideología burguesa cree en la radical responsabilidad de uno para con las condiciones materiales. Si bien con Marx uno puede concluir que uno está atrapado en su contexto social, pues en Paris Hilton no ha habido lucha alguna por su riqueza, en Nietzsche la crítica va en otra dirección: Dices esto, piensas esto por la oferta de seguridad que comporta, porque ofrece un determinado sentido a una realidad que carece previamente de él, un sentido que nos permite actuar, realizar juicios y ordenar la realidad. Por supuesto, Nietzsche considera que ideas tales como la de Nación son una invención que ofrece un sentido, pero cómo por ejemplo uno puede entender en el primer tratado de Genealogía de la moral, es la figura de poder la que pone un determinado significado y la impone, y sigue siendo así a pesar de la revuelta de los esclavos: Se reesignifica la realidad a partir de una revolución ideológica, esta revolución ideológica tiene unas aspiraciones de poder determinadas y a partir de esta ideología generan unas determinaciones concretas de los que viven en las redes de esta ideología, favorables para el sistema y para ellos mismos, que asumiendo estos presupuestos se garantizan la vida. Por eso cuando el ermitaño pregunta a Zaratustra si no teme el castigo que amenaza a los incendiarios le está preguntando si su crítica a la ideología hegemónica, que podría poner en peligro las fórmulas de poder y producción no podría ser un motivo de terror para el pensamiento burgués, pues el pensamiento disidente que realmente apunta a dónde radica el problema fundamental que constituye toda fórmula de acción podría poner en cuestión esta hegemonía. ¿Cómo con mi actitud pongo en cuestión todo el esquema productivo? Es interesante ver que mientras jóvenes okupas y extranjeros pobres pueden vivir con relativa facilidad en propiedad ajena, con la familia trabajadora deshauciada no ocurre lo mismo. El estado pone todos los medios necesarios para que esa actitud cese, pues esa determinación familiar pone en peligro lo que es normativo ideológicamente de lo que ha de ser una familia, el garante fundamental de la herencia y por ende del sistema de producción de explotación.




        2. "Zaratustra respondió : Amó a los hombres.- ¿Por qué-dijo el santo- me refugié yo en el bosque y en el desiento? ¿No fue porque amé demasiado a los hombres? Ahora amo a Dios, a los hombres, ya no. El hombre para mi es algo imperfecto. El amor del hombre me mataría"..."¡Un regalo es lo que traigo a los hombres! (Dijo Zaratustra) - No les des nada- dijo el santo- Si acaso quítales algo y que te ayuden a llevarlo: esto es lo que más les aprovechará, con tal que a ti te aproveche también. Y si quieres darles algo, dales únicamente una limosna, y espera aún a que te la pidan"..."No-respondió Zaratustra- no doy limosnas, no soy bastante pobre para eso"

                                  Primero de todo afirmaría que en este fragmento se evidencia la discordancia que implica la transvaloración, el giro total en la significación que de algún modo impide la adecuada intercomprensión a causa de los presupuestos, valores, que determinan significaciones de la realidad diferenciadas: Por un lado, tenemos a Zaratustra, quién  parece a lo largo de todo el texto expuesto que identifica la clase baja con la riqueza y la burguesía con la pobreza. "No soy tan pobre para dar limosna" . Por otro lado, tenemos al ermitaño que de alguna manera no fuera conciente realmente de la lógica de clases sociales existentes en su contexto, sino que parece demostrar una ideología quasi aynrandista, (Ayn Rand). El ermitaño parece reconocer cínicamente que lo lógico es un provecho mutuo de Zaratustra con los receptores de su mensaje. Que Zaratustra obtenga un beneficio privándoles de algo y que además esta privación les sea de provecho. Como si cínicamente el ermitaño reconociera la lógica de relaciones de producción en la lectura aynrandista y a la vez la extracción de plusvalía. Para Ayn Rand el individuo ha de ser un mercader que trabaja en igualdad junto con otros en un intercambio de servicios en el que ambos salen ganando. Es interesante observar la cínica extracción de plusvalía y a pesar de ello la mutua relación beneficiosa de ambos.

      3. Entonces procura que acepten tus tesoros,. Pero te advierto que no se fían de los anacoretas ni creen que les vamos a ver para regalarles algo. Nuestros pasos les suenan de una manera extraña en las calles y, cuando de noche, desde sus lechos, oyen andar a un hombre mucho antes de que salga el Sol, se preguntan seguramente ¿A dónde irá ese ladrón?.

                    Parece señalar los típicos prejuicios que , siendo la materia aquello que determina el pensamiento, implica la propiedad en las coordenadas de la ideología burguesa. No se comprende el regalo desinteresado, sino que se generaliza la idea de intereses ocultos en los individuos, en los prójimos. Es interesante observar como también Ayn Rand afirmaba rechazar numerosos regalos pues eran de personas que no conocía y ella no quería ser comprada de modo alguno.

        III.
                                      1 "Cuando Zaratustra llegó a la ciudad más inmediata a los bosques encontrose con la muchedumbre congregada en el mercado, porque se le había anunciado que vería a un volatinero Y Zaratustra habló al pueblo diciéndole: Voy a enseñaros al superhombre. El hombre es algo que tiene que ser superado. ¿Qué habéis hecho vosotros para superarle?"-"Todos los seres hasta ahora crearon algo superior a ellos.y vosotros preferís ser el reflejo de esta gran marea retrocediendo hasta el animal en vez de superar al hombre?."-" ¿Qué es el simio para el hombre? Un motivo de risa o una dolorosa vergüenza. Habéis recorrido el camino que va desde el gusano hasta el hombre y mucho del gusano existe todavía en vosotros . Un día fuisteis simios, y hoy sigue el hombre siendo más simio que cualquier simio.

               En este fragmento se evidencia la influencia de la teoría darwinista en el pensamiento del autor: Por un lado parece señalar que mientras el resto de animales, en sus constantes mutaciones han ido perfeccionándose, el hombre se ha quedado estancado por su creación conceptual y la técnica que impide la evolución del hombre pues no hay selección natural que discrimine genéticamente lo menos apto en el humano para su supervivencia genética progresiva. No es que Nietzsche sea un darwinista racial salvaje ni nada por el estilo, sino que señala también que el superhombre es esa superación de este simple ser-un-hombre que crea conceptos y acaba con los efectos de la selección natural a un hombre que siendo también naturaleza puede seleccionarse antropológicamente: Autodeterminarse, ser más de lo que es normativamente establecido como humano, los métodos mediante los cuales el ser humano se queda estancado en su animalidad. Como si de modo alguno la voluntad de poder fuera esta ansia de querer ser más de aquello opresivo, de aquella figura de poder, que su determinación se convierta en algo otro de lo que es, o como en la dialéctica del amo y el esclavo hegeliana se entendería, el esclavo decide si el amo sigue siendo o no amo destruyendo su determinación de esclavo. El superhombre es aquello que supera los límites de cómo pensamos lo humano. ¿Qué determinación debe tomar el hombre en su evolución para deshacerse de las determinaciones materiales, para ser su pura voluntad incondicionada bajo el amor fati, a pesar de las terribles consecuencias que ello pudiera comportar para su existencia? En este caso pareciera que se dirigiera al vulgo obrero, al vulgo burgués y les dijera que son simples humanos determinados, esclavos de sus condiciones materiales indistintamente hasta que decidan superar estas pequeñeces que paran la selección natural en pro de la fuerza de la voluntad, de la voluntad de poder /ser más/ , de seleccionarse antropológicamente como ellos se desean ser. Lo que en las profundidades de la misma obra en uno de los discursos de Zaratustra se denominaría ser esclavo de si mismo. Liberarse de las determinaciones a través de la figura mítica del otro constitutivo: El loco: el homosexual: el Lumpen: El burgués y ser para nosotros mismos absoluta autodeterminación. El compromiso en el que el pensamiento nietzscheano pone al individuo es que, en el momento de refutar la argumentación uno ha de tener en cuenta en otro momento que todo argumento de impedimento de este ejercicio es también una fantasía, una cortina de humo conceptual tras la cual intentamos descubrir nuestra radical capacidad de autodeterminación.

                     

            
               2.  "El superhombre es el sentido de la Tierra. Que vuestra voluntad diga: ¡Qué el superhombre sea el sentido de la Tierra!"-"Os conjuro, hermanos míos, a que seáis fieles a la Tierra, a que no creáis a quienes os hablan de ultraterrenas esperanza. Conscientes o inconscientes, son unos envenedadores"-""Y unos despreciadores de la vida, unos moribundos que se han envenenado ellos mismos, de ellos está cansada la tierra ¡Ojalá pasen pronto!"-" Antes era la blasfemia contra Dios el mayor sacrilegio, pero Dios murió, y con él murieron también estos blasfemadores."

                      Recuerdo cómo hace un par de años tuve la oportunidad de presenciar un interesante debate en el que se discutía la existencia o inexistencia de Dios y entre los primeros argumentos que se ofrecieron estaba la de un joven y atractivo teólogo que afirmaba que lo positivo de este debate, el presupuesto común, era que la presencia de los participantes en el debate partía del hecho de que Dios , tanto si existía como si no, era una cuestión importante y digna de tener en consideración. Efectivamente, para Nietzsche esto no es así. Nuestra actitud hacia el concepto de Dios es el de la extrema indiferencia para con éste, por así decirlo, para Nietzsche sobre si Dios existe o no es estéril, no merece la pena ser cuestionado, puesto que ya está muerto. De la misma manera que uno entiende que los independentistas catalanes tienen por objetivo la independencia con el fin de dejar de ser independentistas, lo mismo pasa con los blasfemadores tras la muerte de Dios, no tienen sentido. Zaratustra pide en este punto recuperar el culto a la vida, a la fuerza, el coraje, la broma, la alegría, el sexo y la violencia inherentes a la vida, fenómenos humanos performativos que acaban con el quietismo y la esterilidad del Último Hombre, aquel hombre que teme por su salud, que vive una larga vida pero llena de obligaciones que le proporcionan sentido y le ordenan la vida, para finalmente no vivir nunca: No conocer pelea alguna, no conocer más sexo que el monógamo, no conocer la aventura y las pulsiones vitales. Es en este punto en el cuál se refleja la actitud que la Moral de Esclavos había impuesto se refleja lo que para Nietzsche es la alienación que viven los humanos  respecto de su propia naturaleza, de su propia vida. Nuestra dimensión de significación, la manera en la que significamos la realidad determinándonos como sujetos. Es cómo si Nietzsche en esta sentencia ya fuera incapaz de intuir la teoría lacaniana del lenguaje: la relación significación de significantes flotantes-construcción del sujeto. Intuye que es en nuestros valores en aquello en lo que nos reflejamos en el mundo, de los principios mediante los cuales significamos las partes diferenciadas de la realidad, convirtiéndonos así en sujetos diferenciados que nos representamos en el lenguaje a través de esta significación de significantes flotantes, de esas cuestiones diferenciadas que constituyen nuestro mundo. Se refleja en nuestro comportamiento nuestra opinión sobre el estado, Dios, el sistema de producción de turno, el tema del aborto, etcétera, etcétera.. Pues cree que si entendemos al Superhombre como un valor nos convertiremos en superhombres.

                                                     



                    3. 
                            3 "La hora en que digáis ¡qué me importa mi felicidad si no es más que pobreza , basura y una despreciable voluptuosidad! Pero la felicidad debería justificar la existencia misma"...

                                "La hora en que digáis:¡qué me importa mi inteligencia! ¿No está tan ávida de ciencia como el león codicioso de carne? No es más que pobreza y basura y sólo puede proporcionarme una despreciable satisfacción"...

                              "La hora en que digáis: ¡qué me importa mi virtud! Todavía no ha conseguido hacerme delirar. ¡Qué cansado estoy de lo bueno y de lo malo que hay en mi! Todo eso no es más que pobreza, basura y un miserable placer"...
                             " La hora en que digáis ¡ qué me importa mi justicia! No veo que yo sea ascuas y llamas , y el justo tiene que ser ascuas y llamas"...
                               "La hora en que digáis: ¡qué me importa mi compasión! ¿No es la compasión la cruz en la que clavan al que ama a los hombres? Pero mi compasión no es una crucifixión."


                                  En este fragmento se sigue la misma fórmula lírica de repetición. Hace un resumen de sus críticas con recursos líricos: Critica la felicidad que supuestamente comporta la acumulación de riquezas, propio de la ideología capitalista. Critica los razonamientos burgueses de la acumulación de riqueza pero desde recursos irónicos mediante los cuales pretende reflejar la inversión de valores, ello puede verse en su significación de pobreza ya antes explicada, y aún más en la contradicción conceptual con el nombre voluptuosidad. Identifica la voluptuosidad como un gran montón de estéril nada. Critica el presupuesto de la ética heterónoma aristotélica en la cual se entiende la función última del conocimiento con la felicidad. Nietzsche a través de Zaratustra quiere evidenciar que la producción científica carece de un sentido real, que no son más que conceptos apolíneos que no extienden verdaderamente nuestro conocimiento sino que describe a partir de metáforas estériles, los conceptos. Esta dimensión cuasi metafísica es irreal y no puede procurarnos ninguna felicidad. Critica la idea de pecado original cristiano, que hace a los individuos percibirse como malos e imperfectos por ejercer su voluntad y dejarse llevar por los impulsos. Este mal original en el que los cristianos identifican lo malo de sí los perturba. Casi es como si en este verso Nietzsche conociera previamente la teoría de la juissance lacaniana cuando identifica este mal perturbador que habita en nosotros identificando un placer. Este placer que denota Nietzsche parece ser este placer producto de una terrible alianza que tiene el Superyo con los impulsos de Tánatos del Ello en Lacán. Finalmente parece identificar la noción cristiana de compasión con la cruz misma de Cristo puesta en el deber de los cristianos, indica Zaratustra que la compasión que porta es una compasión que no comporta un sacrificio para el individuo basado en el deber.

                       
                                  IV
                              
                                   1." El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre..., una cuerda sobre un abismo.
                                        Un paso peligroso del uno al otro; un peligroso alto en el camino; muy peligroso mirar atrás, vacilar..., todo es peligroso.
                                      Lo grande que hay en el hombre es que es un puente y no un fin; lo que puede ser amado en el hombre es que es un tránsito y un descenso.
                                      Amo a los que no saben vivir más que para desaparecer, porque son los que pasan al otro lado,
                                     Amo a los grandes despreciadores porque son los grandes adoradores, las flechas del ansia a la otra orilla.
                                       Amo a los que no buscan detrás de las estrellas un pretexto para perecer u ofrecerse en sacrificio, pero sí a los que ofrendan a la Tierra para que ésta pertenezca un día al superhombre.
                                     Amo a aquel que vive para conocer y que quiere conocer para que llegue un día en que viva el superhombre, porque así es como quiere su perdición.
                                      Amo a aquel que trabaja y descubre que trabaja para construir una morada al superhombre y para preparar la Tierra , los animales y las plantas a su venida, porque así es como quiere su propia perdición.
                                    Amo a aquel que ama su virtud, porque la virtud es una voluntad de perecer y una flecha de anhelo.
                                   Amo a aquel que no guarda para sí mismo ninguna cosa de su espíritu, pero que quiere ser todo el espíritu de su virtud porque así, como espíritu, pasa el puente.
                                   Amo a aquel que no quiere tener muchas virtudes. Una virtud es más que dos virtudes, porque es más nudo al que el destino sujeta.
                                  Amo a aquel cuya alma se prodiga, que no quiere agradecimiento y no lo devuelve, porque siempre regala y para sí nada guarda.
                                  Amo a aquel que se avergüenza cuando el dado cae a su favor y se pregunta después ¿si seré un fullero...? porque quiere perecer.
                                    Amo a aquel que arroja palabras de oro al paso de sus hechos y que siempre cumple más de lo que ofrece, porque ése quiere su perdición.
                                   Amo a aquel que justifica a los futuros y redime a los pasados, porque quiere sucumbir a los presentes.
                                 Amo a aquel que castiga a su dios porque ama a su dios y tiene que encontrar su perdición en la cólera de su Dios.
                                 Amo a aquel cuya alma es profunda en la herida y al que el menor suceso puede hacer perecer, porque sin vacilar pasará el puente.
                               Amo a aquel que es libre de espíritu y libre de corazón, porque su cabeza es sólo las entrañas de su corazón le empuja a la perdición.
                               Amo a todos los que son como pesadas gotas que caen de una nube muy negra suspendida sobre los hombres, porque anuncian que llega el rayo y por anunciarlo corren a su perdición.
                               ¡Mirad! Soy el profeta del rayo, una pesada gota que cae de la nube negra, y este rayo se llama el superhombre."

                               En esta sucesión de versos en contraste con la sucesión anterior dónde se resumía su crítica a lo apolíneo parece intentar mediante toda clase de contradicciones denotar los valores dionisiacos de la existencia, que son su objeto a destacar. Primeramente introduce su presupuesto fundamental que condiciona toda la obra. La llegada de un tipo de ser humano liberado de los esquemas de control conceptuales, libre así para crear. Es como si intuyera, influyendo enérgicamente en muchos estructuralistas y postestructuralistas, un contexto histórico en el que el ser humano se liberaría de estos esquemas epistémicos presupuestarios limitadores. Sin duda, cuando en Ecce homo tras predecir las dos guerras mundiales Nietzsche habla de la llegada de la Gran Política. Evidentemente, a pesar de que Nietzsche de modo alguno no cree en la idea de Progreso así como en ninguna fantasía teleológica. La Gran Política es algo que tenía que venir después de Hitler, no que fuera el objeto de Hitler como muchas veces los más críticos con el autor denuncian de esta afirmación. La Gran Política es la intuición de Nietzsche como consecuencia "lógica" (no acabo de tener claro que sea legítimo hablar de lógica desde el pensamiento puramente nietzscheano). Quizás una intuición de la actual posmodernidad, dónde existen muchos cultos diferentes, a la Ufología, la Conspiración, el fin del Mundo como tal, el Culto al Cuerpo, a la Tecnología, la desconfianza en la ciencia, evidenciadas en cuestiones tales como el movimiento antivacuna, etcétera, etcétera. Aunque dudo que él estuviera satisfecho ante este panorama. Quizás dentro de un lapso significativo de tiempo y con mayor perspectiva podamos observar si esto es así, si la Gran Política aún está por llegar, esa polítca que liberará al individuo, claro está, o si efectivamente esa época de la Gran Política está siendo o ya ha sido en las coordenadas de la posmodernidad. Recordemos que muchos autores reconocen a Nietzsche como el primer autor posmoderno y el antecedente más  evidente de esta tendencia filosófica, política y cultural.
                           Identifica al hombre como un tránsito, pero quizás esta idea de ser humano meramente como medio sea objeto del rechazo filosófico de aquel que estima a Kant, quizás debamos entender aquí en la generalidad en la que denota a todos los hombres a partir del singular hombre cuando afirma " Lo grande que hay en el hombre es que es un puente y no un fin; lo que puede ser amado en el hombre es que es un tránsito y un descenso" debamos entender el desarrollo histórico. Al final de cuenta debemos recordar que Nietzsche demuestra en todo momento ser un filósofo historicista que no cree en el conocimiento puro fuera del contexto en el que toma positividad las distintas formas de conocimiento. Así aparece la posibilidad de postular la predicción del Superhombre como fenómeno histórico que ha de advenir.
                         En los siguientes versos se puede identificar de ianera respectiva la idea de Amor Fatí. La Idea de no temer al destino, a la consecuencia de nuestras acciones, sino ver en este terrible destino la felicidad misma, el reflejo mismo de nuestro éxito, así como nuevas oportunidades de experiencia. A pesar del rechazo que puede generar este ejemplo por los más críticos del arte comercial, creo identificar un buen ejemplo nietzscheano en el personaje claramente basado en la filosofía nietzscheana de la serie Skins, Effie, que se evidencia durante las cuatro primeras temporadas, siendo uno de los personajes que más aparece en toda la serie. En la séptima temporada, que eran capítulos especiales para recordar a los personajes más emblemáticos de la serie, una temporada significativamente breve en la que se muestra como ha devenido su vida tras el contexto de bachiller, Effie abraza su destino tras haber fastidiado su vida enormemente por una persona motivada por el interés que realmente no la amaba, un magnate de los negocios. Cuando Effie es detenida por la policía observamos como en el coche sonríe a su terrible destino, consecuencia de sus actos, evidenciando hasta en último término el carácter filosófico nietzscheano del personaje, que ya comento, está presente en toda la obra. Seguramente para Nietzsche el personaje es indudablemente aquel que amando su terrible destino deviene esa persona infinitamente autónoma, libre, que perdiendo la esperanza se hace indestructible, incontrolable, inmortal. Os dejo el fragmento.


                        En los dos siguientes versos identificamos su crítica a la invención de un mundo distinto a este que otorga sentido a este mundo empírico inalcanzable a través de conceptos. Nietzsche tiene la virtud paradójicamente de ofrecer a los individuos una experiencia espiritual basándose en la pura inmediatez de la realidad, pretende liberar precisamente el alma del hombre negándola como una propiedad positiva, real, de las personas. La liberación de la muerte precisamente porque no hay nada después, no por una liberación en un mundo espiritual dónde seguiremos estando vivos de nuevas formas.
                                          En el verso Amo a aquel cuya alma se prodiga, que no quiere agradecimiento y no lo devuelve, porque siempre regala y para sí nada guarda. Nietzsche parece destacar el valor del amor con el que debemos cargar nuestras acciones, que deben ser desinteresadas, criticando así la ideología burgués motivada por el interés y que generaliza la fantasía de que todo el mundo se mueve por este interés, un interés lógico dentro de los esquemas de la selección natural y de la teoría darwiniana, aquello que queda de gusano y de simio en nosotros, aquello que la evolución misma erradicará. Predice así que no hay límites para pensar el futuro, para liberar al ser humano.
                         En última instancia esta hermosa redacción lírica pretende resumir los valores que el autor, o Zaratustra, destaca y será en las personas.
                           
                                     
                                             V
                                       
                                            1." La Tierra se ha vuelto pequeña y sobre ella andará a saltos el último Hombre, que, por donde va, todo lo empequeñece. Su descendencia es indestructible como el pulgón; el último Hombre es el que vive más."..." "Hemos inventado la felicidad" dicen los últimos hombres y parpadean. Han abandonado las comarcas donde la vida era dura, porque necesitan calor. Todavía se profesa cariño al vecino, y uno se acerca a él porque necesita calor. Caer enfermo y desconfiar les parece pecaminoso; se anda con tiento. Muy loco tiene que estar quien todavía tropieza con las piedras y con los hombres."

                                               En este fragmento pareciera que Nietzsche habla del masivo desarrollo del capital global, de la globalización por ende, todo ello producto del Último Hombre, aquel pesimista nacido en las coordenadas del liberalismo tardano, aquel hombre, o etapa histórica que empequeñece el planeta a su paso, se descubre las limitaciones del planeta mismo. Critica la ideología burguesa cuando los últimos hombres hablan de la invención de la felicidad. Cuando por ejemplo en la carta de Derechos de los EEUU se reconoce el derecho de todos los hombres a buscar la felicidad. La pregunta radica en cómo debe ser entendido este derecho, que implicaciones políticas tiene. En la ideología liberal sin duda es la acumulación de valor económico, y así es la forma en la que se materializa este derecho en EEUU, en el derecho mismo al trabajo y al enriquecimiento individual. Hay una película, o propaganda ideológica, según se mire, en el que se alaban este derecho y los valores que derivan de él, En busca de la felicidad. (The pursuit of Happines) de la directora Gabriele Muccino. Parece que la manera en la que se significa el derecho justifica todo tipo de calamidades que ha de vivir un individuo para alcanzar su felicidad sin ninguna garantía estatal a la educación, a la salud o la vivienda. La felicidad no tiene la forma de momento emocional sino de aspiración. Es interesante observar cómo este fragmento se puede relacionar con la Revolución Industrial, cuando las personas abandonaban el campo para buscar otra calidad de vida en las ciudades formándose así la clase obrera del mundo liberal. Pareciera que primeramente y consecutivamente los potenciales obreros marcharán a vivir la calamidad de la explotación laboral pues tienen como fin establecido por la ideología liberal el progreso vital basado en la acumulación de capital y por ello estuvieran dispuestos a  perder su riqueza y sacrificarse por este hambre atroz del desarrollo del capital. Seguidamente habla de los valores de la gente del campo, del calor del vecino, de lo terrible que es la desconfianza. Esta serie de valores previos construirán la forma de ver el mundo de la clase obrera.

                              2" ¡Sin pastor y un rebaño! Cada uno quiere lo mismo: Todos son iguales, quien siente de otro modo va voluntariamente al manicomio".
                                 
                                  Para Nietzsche en boca de Zaratustra, el sistema liberal es un sistema anarquista para tener dentro de lo posible  a todos los sectores de la sociedad en una fantasía de libertad y felicidad. Aquel que no está de acuerdo, el sindicalista quizá, y protesta porque es incapaz de percibir la libertad que proporciona el liberalismo por la explotación laboral es entendido como una persona indeseable. El manicomio podría ser perfectamente una metáfora para denotar las prisiones y la voluntariedad en la ida es la conciencia misma de una existencia de castigo , el castigo para los incendiarios, que existe para quién no está de acuerdo con el sistema vigente. La protesta no es otra cosa que la acción voluntaria de ir al "manicomio".

                              
                                    
                            3."Y ahora me miran y se ríen, y además de reírse de mi me odian. En su risa hay hielo".
                              
                                 Nietzsche se erige en esta sentencia no sólo como un interesante comprensor del alma humana, un antecedente del estructuralismo y un gran conocedor de la teoría schopenhaueriana de las fases de la verdad, que es primeramente burlada, posteriormente criticada y finalmente aceptada. Aquí se podría hablar por un lado de la arrogancia que experimentan los individuos que realmente se creen en posesión de una verdad determinada que les ofrece un determinado sentido en su percepción de la realidad y también una seguridad en la acción que emana de este sentido mismo. Creo que en este punto es relevante introducir el concepto de Risa Totalitaria. Una risa vil que fundamenta el efecto de verdad del discurso que construye el poder para fundamentarse a sí mismo. La sonrisa terrible que te ofrece tu profesora de psicología cuando pones en cuestión , no sin muy buenas razones, la función sustitutiva que cumple el Trastorno de desorden de Género en el CE-5, el Manual Diagnóstico de la Psiquiatría, que no hace otra cosa que funcionar como eufemismo para mantener la homosexualidad a día de hoy todavía como una patología. Ayudada por un contexto de protesta incomprensible ,acalorada y emocional, de muchos de tus compañeros, esa persona te sonríe y te pide que no filosofées tanto, que eso es ciencia, aunque lamentablemente no cumpla con muchos requisitos lógicos para poder ser considerado como tal. Esa sonrisa es la garantía misma de que su discurso va a triunfar y que tu discurso ha perdido y está reservado a muy pocos oídos. Es la fuerza misma que escuda al sujeto supuesto-saber lacaniano, esa risa paternalista que te dice que no tienes nada que hacer para acabar con los esquemas de opresión. Me pregunto que hubiera pasado si esta mujer hubiera asistido a charlas del movimiento transgénero para descubrir que estas personas no tienen ningún trastorno mental, y tanto es así que el debate parte de la premisa de que la transexualidad no es patología alguna, y las tensiones conceptuales del debate residen en si debe acabarse con la diagnosis que a pesar de herir la autonomía y autoimagen de los pacientes-víctimas facilita la posibilidad de poder acceder a los carísimos cambios de sexo de manera más económica o si la diagnosis tiene per se tal efecto nocivo en la persona que merece la pena acabar con la diagnosis misma. Quizás si miráramos más allá de nuestras propias narices, más allá de nuestras parcelas de seguridad en nuestro sentido, no osaríamos ejercer nuestro poder de tal manera a través de la risa totalitaria, quizás emanaría de nosotros cierta humildad.


                                VI

                             1."Pero entonces ocurrió algo que hizo enmudecer todas las bocas y fijar todas las miradas, porque entretanto había empezado a trabajar el titiritero que había salido por una puertecita y andaba sobre la cuerda tendida entre dos torres, por encima de la plaza pública y de la muchedumbre. Cuando justamente se hallaba a mitad del camino volviose a abrir la puertecita, dejando paso a un ridículo personaje que abigarrada vestimenta, semejante a un payaso, que con rápido paso fue tras el volatinero.
                             -¡Deprisa, pata coja!-gritó su terrible voz- Deprisa, holgazán, contrabandista, cara descolorida! ¡Procura que no te haga cosquillas con mis talones! ¿Qué estás haciendo aquí entre estas dos torres? En una de ellas deberían haberte tenido encerrado, porque estás impidiendo el paso de uno que vale mucho más que tú.- Y a cada palabra que decía se acercaba más y más y al volatinero; cuando se hallaba a un paso de distancia nada más de él, se produjo lo terriblemente espantoso, que hizo enmudecer todas las bocas y paralizó las miradas; el extraño ser lanzó un grito estridente que pareció salido de la garganta de un demonio y saltó por encima de quién le impedía el paso, el cual, al verse vencido por su rival, perdió la serenidad y la cuerda, el balancín se le escapó de las manos y más rápidamente que éste cayó a la profundidad convertido en un remolino  de piernas y brazos. El mercado y el gentío se asemejaron al mar cuando la tempestad se adueña de él; todos huyeron, dispersándose en todas direcciones, sobre todos los inmediatos al sitio sobre el cual tenía que estrellarse el cuerpo del infeliz.
                             Zaratustra fue el único que permaneció inmóvil y precisamente a su lado cayo maltrecho y roto, aunque todavía no muerto, aquel cuerpo."..." ¿Qué haces aquí?- pudo decir por fin- hace ya tiempo que sabía que el demonio me armaría una zancadilla ,y ahora me va a arrastrar al infierno ¿Quieres impedírselo?.
                            Por mi honor, amigo mío- le respondió Zaratustra- no hay nada de lo que estás diciendo, no hay demonio ni existe infierno aun antes que tu cuerpo. ¡Nada temas, pues!.
                           El  hombre le miró con desconfianza- Si lo que dices es verdad- dijo- nada pierdo al perder la vida. Soy apenas algo más que un animal, al que a fuerza de palos y poco que comer le han enseñado a bailar.
                         Esto no- contestó Zaratustra- hiciste del peligrsion, y nadie puede despreciarte por ello, y ahora sucumbes víctima de ella...."

                              
                         -Creo poder afirmar con justicia que la figura del payaso no es otra que la del policía, aquel personaje patético a través de la cuál se encarna y materializa el poder del estado, se mantiene el sistema de producción violentamente a través de esta figura caricaturizada. Esta figura parece tener todos los prejuicios no reconocidos políticamente que necesita el pensamiento liberal, identifica en el trobador, el artista callejero medieval, al vago terrible y despreciado, un prejuicio existente a lo largo de toda la Edad Media y fundamentado posteriormente por el pensamiento burgués. Insulta a la figura antiproductiva, a la crítica viviente del sistema de producción. Es interesante que el personaje señale de algún modo que ese espacio está destinado al paso de personas y de modo alguno puede haber allí ninguna manifestación artística, que también es el razonamiento que lleva a cabo Ayn Rand respecto de las manifestaciones políticas en el espacio público.
                                 Al matar al principio negativo que unificaba a toda la población en el mercado, el mercado se desvanece atemorizado, como la manifestación cuando la policía dispara. Sin duda todo esto parece ser una metáfora de una manifestación con carácter político, aunque tome la forma de expresión artística.
                          Zaratustra finalmente se acerca a él para informarle de que no existe el cielo y el infierno, y por ello no hay nada malo en él, ni razón por la que creer o tomar en consideración todo aquello que le hubiera dicho el cruel pensamiento liberal de su oficio antiproductivo. En definitiva, que no había sentido, que en la muerte se desvanecería su alma, sin que sea esto un terrible conocimiento sino una profunda liberación. Se destaca la importancia que le otorga a Nietzsche de liberarnos de estos relatos míticos que generan en nosotros mal de conciencia y nos limita la acción. Sin vida posterior no hay razón para aceptar cohesión social alguna en lógicas piramidales de poder o respeto alguno por los sistemas conceptuales y morales de dominación y control.


                     
                                             VIII

                                        1."...un hombre se acercó cautelosamente a él y murmuró a su oido... y aquel hombre era el payaso de la torre.- Abandona, Zaratustra, esta ciudad- le dijo- Hay aquí demasiados que te odian. Te odian los buenos y los justos, que te llaman su enemigo y su depresciador; Te odian los verdaderos creyentes que te llaman un peligro para las masas. Has tenido la suerte de que se hayan reído de ti, porque hablaste verdaderamente como un payaso. Has tenido también la suerte de asociarte al perro muerto y rebajándote así te salvaste por esta vez. Pero sal de esta ciudad..., o si no, saltaré mañana por encima de tu cadáver"

                                                          Este texto parece invitar a reflexionar sobre las tesis psicoanalíticas de normas implícitas mediante las cuales debemos referirnos a las normas explícitas de una institución para la adecuada regulación del poder. El payaso encarna la apariencia misericorde del estado que le informa por un lado de que tiene numerosos enemigos y por otro, que no dudará en acabar con él si no marcha del mismo modo que hizo con el volatinero. Esta argumentación del payaso , que por un lado parece preocupado por la seguridad del individuo receptor pero por otro le informa de que llevará a cabo su trabajo si no cumple con lo que le es estipulado desde el poder no parece otra cosa que la posición discursiva paternalista de la policía, que obtiene de esta conducta su aceptación social.

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