dissabte, 30 de novembre del 2013

¿Qué te ha pasado, Ismael?

Me acuerdo de ti, Ismael. Recuerdo cuando no te hacía falta querer ser niño, eras niño y nada podía arrebatártelo.

Recuerdo cuando eras pequeño y jugabas con las babosas Ismael, recuerdo lo solo que estabas en el patio Ismael, recuerdo el dolor de tu corazón. No sabías Ismael que no se puede jugar con todos los animales, que hay animales que se asemejan a gatos pero con aspecto de monstruos. Cruce enfermo entre alienigena oligofrénico y gorila descerebrado.

Recuerdo el fuego de tus lágrimas, los golpes que no toleraste, Te alzabas sobre los demás, gritabas quien eras, se reían de tí y tú sólo podías saltar.

Volvías del instituto y la otra violencia ya aguardaba, si no eran las patadas viles del ratón que se creía fuerte eran los brutales golpes de la cebada tratada para ser el cáncer de los débiles. No había brazos de mama que te arroparán, estaban embriagados de la usura cristiana y de la mediocridad de esa trampa llamada supervivencia. Escapabas de vez en cuando a la montaña de al lado de tu casa, y ahí todo se acababa, todo era maravilloso; De ti nacía lo que los enfermos catalogan de enfermedad, nacían tus sueños en los paseos por la montaña. Quizá fueran ángeles, quizá niños, quizá demonios gigantes de buen corazón que protegían libros. Orquitos simpáticos, y también un gato con alas de mariposa, tu mejor amigo. Había cucarachas gigantes, alienigenas simpáticos, había gatitos que te miraban y se preguntaban por qué sonreías.

Bajabas al averno, otro día más. Se había acabado tu paz por ese día.

Te salieron las piernas y los brazos del cascaron, por lo menos un poco. Podías correr más rápido y jugar más ferozmente pero ahí estaba la mediocridad fingiendo conocer la verdad. Ahí estaba la autoridad que creia tener poder sobre ti, poder para castrarte, poder para que destruyeras tu creatividad, que perdieras tu ilusión por vivir. El precio de saber dónde poner las comas.

No dejaste de volar, los enfermos dirán; Estás enfermo. Pero no dejaste de volar ¡Arriba los enfermos! Si para ser libre para siempre de tanta oligofrenia hay que estar enfermo ¡Viva la enfermedad! Sea santificada.

Yavhé te acunaba por las noches, te decía " Yo soy tu padre, yo siempre te amaré" te decía "Tu eres mi hijo y nunca te abandonaré" Pues ya hubo cebada de la que defenderse hasta el daño categórico y juventud arrepentida que rechazó la oferta de su vida contigo. ¿Por qué no tener un padre como Yahvé?

Se fue Yahvé, él también se fue. Al menos estuviste con él cuando descubrió la cárcel del Amor, la enfermedad más corrosiva que convierte a la víctima en esclavo de lo más putrefacto.Te dijo "Sufre, Sólo la verdad te puede hacer libre, sólo podrás tolerar la verdad si aprendes a cargar con ella" Y así fue como se fue, no sin antes darle el beso más dulce.

Te miras al espejo y ves a un niño dulce, tiene barba, está solo, tiene los ojos tristes, pero se fuerza a sonreirse delante del espejo. "Hola Ismael" Te dices "Eres maravilloso" te dices. Los enfermos lo llamarán vanidad, pero no eres tú quién responde, es el cadáver del niño que se niega a pudrirse con el paso del tiempo. Te dice, "Yo te quiero" y lloras.

Se han acabado las sonrisas, los abrazos de quién querías, se han muerto todos los sueños, no necesitas de ningún mediocre que te diga que los sueños mueren, aceptas la derrota, sabes que es lo único que te hará fuerte. La ficción es para los mediocres.

Tu cuerpo te viene grande, sientes como si bailarás dentro de él. Te acurrucas en tu cama abrazado a tu osito, pecas de pensamiento, dirán los enfermos, cuando piensas en alguien que te da mimos y te lo hace pasar bien, también pecas de pensamiento cuando te ves a ti pequeñito, como tiene que ser. Abrazado a tu mama. ¿Qué mamá? ¿Has tenido mamá?

¿Qué te ha pasado, Ismael? Que ya no subes a la montaña. La nada de tu corazón marchito es como la trompeta de la anunciación del juicio final, enfermiza y anunciante del mal que corroe el mundo.

 Te mueres en tu miseria. Imaginar ya no es una opción para ti, no puedes parar. Pero sólo si tú quieres puedes ser libre, Nadie que no seas tú te salvará ya.

2 comentaris:

  1. Ay... Esta entrada en particular me ha hecho sentir una extrañeza en mi interior, casi como nostalgia. De alguna manera esto me ha recordado a ciertos sucesos, eventos y aspectos de mi infancia. El mundo que nos vimos obligados a construir, nuestro propio mundo para escapar de la realidad. De todos aquellos sentimientos que nisiquiera nosotros en esa edad eramos capaces de entender pero sentiamos, de toda esa mierda que los "adultos" se vanaglorian y despues intentar inculcar. De la soledad. La soledad fue algo que nunca lleve muy bien... Como se que tu sufriste. Es algo desgarrador pero al mismo tiempo desvelador, pues con la soledad puedes conocerte a ti mismo. No estas solo, siempre habra alguien que te tenga en sus pensamientos.

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  2. M'ha encantat aquest forma d'explicar la teva evolució personal. Hi ha coses, com aquesta sensació de seguir sent un nen petit que encara cerca moixaines, em fa sentir que tenim força coses en comú...

    Una abraçada.

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