dimarts, 21 de gener del 2014

En la cocina del convento.

Ley contra el Cristianismo.

... Artículo quinto: Comer en la mesa con un sacerdote provoca la expulsión, con ello uno se excomulga a si mismo de la sociedad honesta. El sacerdote es nuestro chandala, se lo ha de proscribir, se lo habrá de matar de hambre, se lo expulsará a toda especie de desierto.

Nietzsche. El Anticristo.
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En la nocturnidad de un aún frío invierno en un fin de semana a mediados del mes de febrero, nos disponemos, tras haber comido, a vaciar los restos de comida restante en los platos. Siempre hay alguien que generalmente los lava, a menudo mi mentor. La mayoría de los mayores se disponen a irse. Esta vez el hermano M no se va a quedar como viene siendo costumbre. Sus conversaciones de metafísica pueden ser tremendamente interesantes al principio, pero a menudo se echa en falta estar a favor de la realidad humana. Eso a menudo viene de la mano de mi mentor, más amigo de la ética y el contacto del invididuo con la religión. Una cuestión bastante más introspectiva.



Ya se han marchado todos. Sólo quedamos en la cocina mi aún goloso yo que va picando del chocolate de la despensa, algo que no les importa nada. Alguien como yo, que no deja un duro aquí, es bien recibido y puede comer lo que quiera. Lo cierto es que hace un rato mi mentor me ha dicho que esta es mi casa, que no lo olvide. 

Hablamos de sandeces, me hago el tonto mientras mi mentor, que en general me ofrece muchísima sabiduría, nos explica reflexiones que lleva a cabo a lo largo del día.-Y es que hijo mío, se quejan mucho de lo sangrientas que fueron las guerras religiosas. Pero ¿Cómo han sido las guerras sin Dios? Dos guerras mundiales y una guerra fría; eso ha sido la guerra sin Dios. La humanidad intenta levantarse temblorosa ante tan duros golpes. Hemos estado viviendo en un mundo sin Dios. No queremos a un Hitler que nos destruya pero sin embargo ese es el producto del relativismo. Una vida sin Dios, una vida sin valores absolutos, hace que seamos tolerantes y transigentes con lo que no se puede ser tolerante o transigente en un claro imperativo moral. Cuando alguien puede decir cosas tales como "Hitler no era tan malo" y desde luego que las hay, entendemos que hay un fallo. ¿Cómo el símbolo más claro, la personificación de todo lo que es realmente malo puede ser relativamente redimido? 

Observando como claramente la conversación se iba tornando interesante le dedico más atención. El padre pretérito que nos acompaña en los desayunos y en las cenas, pero no es persona propia del convento se serve más whiskey mientras disfruta de esa reflexión. Todos coincidimos en que mi mentor tiene, cuánto menos, ideas interesantes. Reflexiono por un instante y le pregunto- Quizás se trate de la crisis de los valores que nuestra cultura dícese estar atravesando...- Me limito a responder lacónicamente. Él me sonríe y prosigue- Esa crisis de valores no es algo nuevo, pero quizás es ahora cuando nos damos cuenta de las consecuencias de esa falta de valores, por lo tanto, es ahora cuando lo criticamos, cuando condenamos al que se ha aprovechado de esta ventaja de poca fidelidad a unos principios colectivos. Una moral sustentada en algo superior a Hitler, a Stalin, a cualquier ideología. Sin duda, si no reconocemos a Dios, nos quedamos solos ante la tiranía de los astutos y de las ideologías que pretenden ser el motor de una humanidad sin rumbo. Llenar esa sed de búsqueda, eso que no encontramos, un motor para la vida. Estábamos extasiados con la infinita fuente de Dios. Sin duda si no queremos una sociedad dominada por el ansia de poder deberemos buscar un eje, un motor que nos iguale a todos de manera efectiva. Lo único que puede hacerlo es Dios, ya que no sería decisión humana su existencia como sí lo serían las ideologías. Dios nos iguala a todos. Dios es lo único que puede hacer que los Valores tengan el poder que tenían. A fin de cuentas. ¿Qué crees que se merece la humanidad? ¿Queremos un Hitler entendido como relativamente malo, cuya imagen y acciones puedan ser interpretados como algo positivo? ¿Realmente esa es la manera en la que queremos educar y de hecho los fascistas educan a sus hijos? Sin duda hay que estar claros en esta cuestión. Y es que sea como sea, Hitler era categóricamente malo, intrínsicamente malo. Nada de relativos. Si los valores son relativizados así lo son también los incumplidores de estos valores. Si no queremos a un Hitler debemos dejar claro que Hitler era intrínsicamente malo. Nada de medias tintas.


Mientras reflexiono sobre lo que mi mentor me acaba de decir, observo como bebe de su copa un trago de whisky, pensando le comento- Jamás me había cuestionado que se pudiera cuestionar la bondad o maldad de según qué cuestiones, por tanto, jamás se me había ocurrido que fuera realmente necesario dejar clara esta cuestión. Jamás he dudado de la Existencia del Bien y el Mal.- Me mira pensativo y me responde- El Bien se puede sentir, así como también el Mal. Nosotros siempre podemos sentir a Dios, que no veamos a Dios no significa que no se pueda notar y apreciar su presencia en los magnos y en los pequeños detalles.- Me apresuro a preguntarle- ¿Cómo cuando el hermano M me habló de una de las veces en la que verdaderamente sintió a Dios? Cuando vio que una mujer joven embarazada de mellizos y perdida en la desesperación durante el trayecto de su vida era bautizada. Él estaba presente durante el oficio como y me aseguró haber sentido algo que jamás habría imaginado- A lo que él me responde- Efectivamente, Dios está en ese trayecto y podemos dejarnos guiar por él si somos valientes para ceder nuestra vacua existencia cuya libertad no es más que ficción sin Dios. Dios nunca se impone, pero nunca renuncia a nadie, ni a esa chica, ni a ti. La compasión de Dios es infinita, algo que quizás los protestantes han ido olvidando con sus constantes discursos del odio contra minorías en lugares tales como los Estados Unidos. Dios es amor. Dios te perdona y te lleva al cielo creas en él o no, el regalo de tu bondad. Dios no condena nunca, sólo que no se impone a tu libertad. Los cristianos, por lo menos los cristianos normales de toda la vida, no creemos en el infierno como tal sino como una de las cuatro postimetrías del hombre y este puede producirse y lo hace en la misma Tierra. En el mundo material. Dónde hay sufrimiento, donde hay cosas feas también está Dios ,por tanto, en los homosexuales perseguidos, en las madres cuyos hijos consumen heroina... 




No demasiado perdido en su argumentario, me doy cuenta que necesito un ejemplo efectivo y así se lo solicito- Me viene a la cabeza las confesiones de un sacerdote católico prisionero en un campo de concentración nazi, porque al contrario de lo que mucha gente piensa, muchos cristianos católicos fueron perseguidos por el régimen nazi, por la oposición a la guerra y el rechazo de cosas contrarias al dogma como que unas personas sean mejores que otras por cuestiones tan tribiales como el color de los ojos o la altura. Una vez, relata este hombre, unos judíos escapados fueron rápidamente cazados y ,para dar ejemplo al resto de los prisioneros, los inexpertos soldados nazis los colgaron haciendo ver el lamentable espectáculo al resto de los prisioneros, con la mala suerte de que a uno no lo colgaron bien y en vez de morir asfixiado rápidamente su martirio duró horas. Los inmisericordes soldados se rieron ante esto. El sacerdote sentado entre lágrimas observando el espectáculo repentintamente fue increpado por un judío que le preguntó con ademán de tristeza- ¿Dónde está tu Dios ahora?- A lo que el sacerdote respondió señalando al colgado agonizante - Mi Dios está ahí, bailando agonizante colgado de esa cuerda.

Tras una relativamente larga reflexión, el padre pretérito que ha permanecido todo el tiempo callado me ofrece una copa y accedo a la invitación. Mi mentor reconoce encantarle hablar conmigo. Le agradezco el detalle y entonces le pregunto - Tú siempre me has dicho haber visto a Dios en la belleza, pero... ¿La has visto alguna vez en el sufrimiento?- A lo que él, tras pensar un poco me responde- Sí, múltiples veces cada vez que hago la extrema unción a un moribundo. Lo que nunca les niego es la verdad; Si me preguntan ¿Me estoy muriendo? Les respondo que sí. Nada de faltar a la dignidad de un moribundo, mucho menos si este es mayor, las familias cometen grandes estupideces tratando una cuestión más que evidente para el moribundo con suma discreción y como si se tratara de algo terrible... Aunque Ismael, para serte del todo sincero y de todos modos esto es de grados menores comparado con algo que sí recuerdo con fuerza y se me grabó en el corazón. Fue cuando realmente conocí al Dios que sufre. Fue en Lourdes, la primera vez que fui a Lourdes. Eran los ochenta y yo era un jovencísimo novicio que conocía uno de los mayores monumentos a la fe por primera vez. Tierno como era, se podría decir que no había visto la fealdad en el mundo. Pasó a mediados de los ochenta.
Recuerdo que una vez, una mañana, entre los feligreses, había un chico de mi edad. Un joven sin pelo, lleno de heridas rojas y rosadas por su cuerpo. Demacrado y delgado. Su mirada era el doloroso testigo de una enfermedad, el Sida, que se estaba comiendo a la gente. Vi como ese joven se acercaba a una de las fuentes que emanan el agua santa de Lourdes en semblante serio. Se miraba en el reflejo. Me dio la sensación de que una lágrima le resbalaba por la mejilla. Cogía ese agua con las dos manos y se la echaba por encima de la cabeza entre lamentos y también la bebía. En él, dónde otros son sólo capaces de ver un acto de desesperación, de ser capaz de creer cualquier cosa por seguir adelante, yo fui y soy capaz de ver a Dios.



2 comentaris:

  1. Comentario de Carmen.

    Como de costumbre el blog no me deja comentar por alguna razón de conspiracion que no logro entender. Queria comentarte que justamente este tipo de reflexiones filosoficas son las que me gustan, porque pones ejemplos y se me hacen muy fáciles de entender. Aún asi, veo que muchas cosas han cambiado con respecto hoy en dia y tu forma de pensar de antes jejeje. Es comprensible, y hermoso al mismo tiempo. Creo que deberias hacer mas posts de este estilo, sobre dialogos y reflexiones filosoficas.,.oye incluso podrias escribir un libro algun dia

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  2. Aquest home diu moltes coses que per a mi són, si més no, força discutibles. Crec que en aquestes altures ja hem discutit prou sobre aquests temes especialment el del bé i el mal (vs. el Bé i el Mal).

    M'ha encantat el comentari de na @Carmen i estic força d'acord amb ella. Aquest tipus de post estan molt bé.

    Una abraçada.

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