divendres, 21 de febrer del 2014

Ontología y epistemología kantianas. Introducción a Immanuel Kant.

Nuestra última gratitud hacia el arte.
 [..]."¡Tenemos la necesidad de descansar de nosotros mismos de cuando en cuando
para vernos desde fuera y desde abajo , a una distancia estética,
para reírnos de nosotros mismos o llorar por nosotros mismos; 
hemos de descubrir al héroe y al loco que habita detrás de nuestra pasión por el conocimiento, 
tenemos que celebrar de vez en cuando nuestra estupidez para poder seguir celebrando 
nuestra sabiduria" [...]"¡Debemos poder también estar por encima de la moral: y no sólo
con la angustiosa rigidez de quien teme a cada momento resbalar y caerse, sino también flotar y juguetear sobre ella! ¿Cómo podríamos prescindir del arte del bufón? ¡Y en tanto
de cualquier modo todavía os avergoncés de vosotros mismos, todavía no sois de los nuestros."

La gaya ciencia. Segundo libro (II, 113-114)
Friedrich Nietzsche.

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Ecce Immanuel Kant. A menudo suelo dejar clara mi posición contra la ética kantiana. Considero a Kant uno de los grandes culpables, junto con Platón y el cristianismo del fundamento de la mediocridad, comodidad y debildiad gustosas que imperan en Occidente. No sería hasta mediados del siglo XX que una de mis filósofas favoritas, Ayn Rand, sentenciaría y culparía a Kant de la decadencia occidental; 

Suponga que usted se encuentra con un hombre joven, retorcido y atormentado, y trata de entender su comportamiento, y descubre que ha sido criado por un monstruo que odia a la humanidad y que ha trabajado sistemáticamente para paralizar su mente, destruir su auto-confianza, cegar su capacidad de disfrutar y bloquear todo intento de escapatoria. Usted se daría cuenta de que nada podría hacerse con ese hombre o por ese hombre y que nada podría esperarse de él hasta que se le hubiese apartado de la influencia de el monstruo. La civilización occidental está en la posición de ese hombre joven. El monstruo es Immanuel Kant. He mencionado en varios artículos que Kant es el principal destructor del mundo moderno. Mi preocupación primaria, no obstante, no es la de enredarme en polémicas, sino en presentar una aproximación racional a la filosofía , limpia de cualquier influencia kantiana, y también el indicar la conexión con la vida de el hombre aquí, en la tierra- una conexión que Kant ha cortado. Es inútil el estar contra nada, a menos que uno conozca a favor de qué está [...] Uno no puede empezar con o construir sobre un negativo; solamente estableciendo lo que es bueno uno puede saber lo qué es malvado y por qué [...] Todos los retorcimientos irracionales de la filosofía contemporánea son kantianos en su origen. El resultado último es el presente estado del mundo.

Sin embargo, mentiría si digo que no me gusta su ontología y epistemología. Aunque no suelo estar de acuerdo con las concepciones estáticas de la realidad, o más bien en el caso kantiano la realidad fenoménica, si no las que están en pleno movimiento , cuestión en la que por cierto la ciencia actual parece avalarme, aunque esto no signifique nada.

Así pues, y por solicitud de muchas personas me dispongo a escribir una entrada que llega tarde, ya que todos los exámenes sobre Kant se han llevado ya a cabo. Quizás le valga de ayuda a alguien en el futuro. Eso espero, honestamente..

De izquierda a derecha y en primer plano,
Kant, Marx, Roland Barthes y Michel Foucault;
 detrás, Platón, Ludwig Wittgenstein, Jean Paul Sartre y
Friedrich Nietzsche.

Kant, como muchos sabréis, es uno de los filósofos por excelencia del movimiento filosófico de la Ilustración, movimiento que apostaba por el concepto de Razón, amigo también del liberalismo y de los valores burgueses. ¿Por qué no decirlo? Esos valores tan liberadores para el invididuos. Tienes que hacer. No lo olvides nunca, haz lo que sea y haz así rica a las jerarquías que deciden todo por ti en tu vida. No comerás sin hacer rico a nadie, tenlo por seguro.

Pero sin dogmatismos baratos de los míos procedo a seguir explicando. Kant se halló ante una situación curiosa. Él había estudiado de joven el racionalismo, una tendencia filosófica propia de Las filosofías de la conciencia cuyo origen se halla en la figura de Descartes, filósofo francés que defendía que se podía llegar a un conocimiento absoluto de la realidad mediante el uso de la razón, algo que no creería ahora ni el cristiano más neoplatónico. Aunque como rezaba el viejo dicho De todo hay en la viña del señor. Para defender esto Descartes aseguraba que en la mente humana existían unas ideas innatas, como la de causa y efecto, la de Dios, a la que llamará Res infinita,(sustancia infinita) la de Sustancia res extensa (objetos ajenos a la propia conciencia) y la res cogitans ( sustancia pensante). Asumiendo así que el sujeto era pasivo en la recepción de información a través de los sentido. Estas cuestiones identificadas como ideas innatas fueron defendidas por el propio filósofo para evitar de este modo el escepticismo, ya que Descartes pretendía fundamentar la ciencia para que el escepticismo no pudiera tumbar su validez. Por eso era menester demostrar que la realidad que percibíamos era la correcta y no una ilusión de nuestra conciencia. Todo esto fue criticado duramente por un filósofo posterior, Hume, el cuál criticó y descalificó totalmente la teoría cartesiana mediante un criterio de verdad en el que decía que cuestiones tales como la Causa y Efecto, Dios, , Ego y sustancia eran ideas e inventos humanos y que no podían demostrar la realidad ni fundamentar la ciencia, mediante su criterio de verdad, basado en el empirismo, el autor defendía que sólo se podía estar seguro de la experiencia sensible, es decir, aquella información que se adquiría por los sentidos, y ni siquiera está era segura por mucho que se repitieran patrones por la poca fiabilidad de los sentidos. Un ejemplo sería el del postulado de los cisnes blancos. Antes del descubrimiento de Australia se defendía categóricamente que sólo había cisnes blancos hasta que se descubrió al cisne negro en la Oceania continental.



Kant, que había estudiado la filosofía racionalista durante su juventud, como ya hemos dicho, veía como la ciencia de su época era efectiva y funcionaba, especialmente la física de Newton. Será así como Kant conocería al autor británico Hume para afirmar que sería éste el que lo habría sacado de su sueño dogmático (Entendiendo aquí dogmático como creencia en el posible acceso de la razón a la realidad en sí). ¿Significará esto que el autor alemán dejaría de ser racionalista en pro del empirismo? Nada más lejos de la realidad. Él veía que claramente la ciencia podía ser fundamentada ya que su funcionamiento era efectivo y evidente. Del mismo modo que veía que la ciencia avanzaba a pasos agigantados veía que la metafísica y la filosofía seguía formulándose las mismas preguntas una y otra vez, con lo que se decidió a hacer una síntesis entre ambos autores.
¿Pero cómo podría conjugar Kant dos tendencias irreconciliables en un primer momento? Proponiendo una ligera pero a la vez revolucionaria variación en el esquema. Tanto Descartes como Hume afirmaban que el sujeto era pasivo ante la recepción de estímulos y por tanto eran los objetos y sustancias los que llevaban a cabo un papel activo en la conciencia del sujeto, ya que eran estos los que llegaban a la conciencia del sujeto mediante los sentidos. Pero... ¿Qué pasaría si en realidad el sujeto fuera el elemento activo en la concepción de la realidad? Aunque esto pueda parecer cogido por los pelos, veréis que este comentario tremendamente revolucionario puede gozar de una fundamentación argumentativa y cambiar nuestro paradigma en la manera de entender la realidad tal y como la conocemos.

A esta variación la llamará El giro copernicano comparando este descubrimiento con la acertada propuesta del astrónomo Copérnico que propuso que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés cómo generalmente se solía pensar. (Aunque para ser honesto creo que debemos reconocerle a Hipatia este descubrimiento, pero este es ya otro tema).

Según Kant, pues, no disponemos de acceso a una realidad en sí, a lo que él denominará Noumen. Lo único que sabremos de la Realidad en sí es que disponemos de la recepción de unos datos sensibles cuyo origen real en sí desconocemos. La recepción de datos en sí también nos es incomprensible ya que nos llegaría de manera desordenada e ilógica, pudiendo tratarse de algún tipo de codificación binaria o cualquier otra cosa que se descifraría y/o ordenaría mediante unas estructuras mentales a priori  (Aquí podemos observar su educación racionalista) Así pues, la conjugación de los datos sensibles cuyo origen es inaccesible a nuestro conocimiento con las estructuras a priori presentes en nuestra conciencia dan lugar a los fenómenos, iguales o parecidos en todas las conciencias, ya que las estructuras de conocimiento no serían muy distintas a cualquier otro sistema como el digestivo, y se podría decir que si no hay ninguna irregularidad todos hacemos la digestión y la excreción de un modo parecido, siguiendo los mismos procesos. Por tanto el fenómeno es el acceso a la realidad tal y como la conocemos, y por tanto, se podría fundamentar la ciencia ya que esta estudiaría los fenómenos que aparecen en nuestra conciencia, aunque no la realidad en sí, el noumen, que ni siquiera para nosotros es importante ya que no nos aporta nada.

Por un lado Kant defenderá que la ciencia deberá basarse en la experiencia, será esta pues su posición empirista, pero dejará claro que sólo se podra basar en la experiencia descodifcada por las estructuras a priori, el fenómeno, posición en la cual se aprecia su vertiente racionalista. Pero... ¿Cómo fundamentará Kant estas estructuras a priori en el invididuo?.



Los juicios sintéticos a priori. 

Recordando a Hume hablaremos de su criterio de verdad. Según éste existía dos tipos de juicios:

Los juicios analíticos a priori, cuyo predicado estaría en el interior del sujeto. Serían seguros, pero no aportan nuevo conocimiento, por ejemplo.

La profesora de castellano da clases de castellano.
La camisa verde es verde.

Los juicios sintéticos a posteriori, cuyo predicado no se hallaría en el interior del sujeto y por tanto nos proporcionaría nueva información pero esta no sería segura, por ejemplo:

La profesora da clases de castellano.
La camisa es verde.

Basándonos en estos juicios en relación a la filosofía de Hume podríamos afirmar que el conocimiento científico y la ciencia en sí son infundamentables. Para fundamentar la ciencia y la posición activa del sujeto en la elaboración de la realidad en su conciencia (fenómenos) el filósofo alemán propondrá un tercer juicio:

Los juicios sintéticos a priori cuyas particularidades serán su capacidad para proporcionarnos nueva información y serán previos e independientes de la experiencia sensible, que serían las estructuras cognitivas del sujeto.

Kant se preocupa por fundamentar este último juicio. Éste afirmará que estos juicios serán los de las matemáticas y la aritmética y los de la física, necesarios y universales. Así pues, identificará tres cualidades cognitivas en el sujeto, que recibirán el nombre de sensibilidad, entendimiento y razón.





La estética trascendental, la sensibilidad.

La sensibilidad sería una de las cualidades de las estructuras a priori en el sujeto. Hasta ese momento se había pretendido por parte de la metafísica entender la realidad en sí mediante ideas tales como el espacio y el tiempo, pero sabemos que con Kant conocer el noumen o realidad en sí es del todo imposible.

En su lugar, Kant defenderá que la sensibilidad ordena los datos sensibles que aparecen de manera caótica en nuestra conciencia mediante el orden de Espacio y Tiempo. Así se producirían los fenómenos espaciotemporales dentro del sujeto. Es decir; la conjugación de la sensibilidad y los datos sensibles dan lugar al fenómeno. La sensibilidad sería el primer paso para configurar el objeto de conocimiento y a su vez la ciencia. Todo lo que percibimos se hace bajo las condiciones de espacio y tiempo. El espacio y el tiempo recibirán por parte de Kant el nombre de intuiciones puras.

Así se fundamentará pues las matemáticas y la geometría, cuyas características se asociarían necesariamente a la percepción del tiempo y del espacio respectivamente.

La analítica trascendental, el entendimiento.

El entendimiento sería la cualidad a priori para clasificar los fenómenos configurados por la conjugación de la sensibilidad y los datos sensibles. El entendimiento es el paso previo para acceder al objeto de conocimiento.

Los conceptos puros o categorias se organizan por las estructuras a priori del entendimiento : Cantidad, (Unidad, totalidad, pluralidad, por ejemplo), Cualidad,, Relación (Causa ,efecto) y Modalidad.



La idea de Causa y efecto será una categoría a priori que organiza los fenómenos dentro del sujeto. Por tanto es un juicio sintéttico a priori que fundamenta la física en el objeto de conocimiento, pero recordemos que sólo lo fundamenta en los fenómenos de la conciencia, nunca en el noumen, realidad en sí, del cual nunca sabemos nada.



La dialéctica transcendental. La Razón.

La Razón, tecera cualidad, la del pensar, elabora razonamientos que pueden llevarnos incluso a reflexionar y a llegar a conclusiones como todas las expuestas anteriormente y darles nombre.

La razón pretende elaborar objetivos más extensos ya que pretenderá llegar a principios que incluyan más fenómenos para incrementar el conocimiento.

¿Cómo queda la Ciencia y la Metafísica ante todo esto? 

La Ciencia estará fundamentada por basarse en los juicios sintéticos a priori y , en el caso de la física, basa el resto de sus afirmaciones en la experiencia. (Conjugación racionalismo y empirismo).

La Metafísica Tradicional no estará fundamentada porque se basa en errores. Mal uso de los conceptos puros del entendimiento como el de Causa o sustancia que pretenden fundamentar la realidad en sí y nuestro acceso a ella mediante los sentidos. La metafísica quiere conocer la realidad en sí y eso para Kant es imposible.

Así pues el autor propone un nuevo sentido para el término Metafísica basado en el estudio de la subjetividad y en la comprensión de cómo nosotros entendemos y conocemos de la manera que conocemos.


Espero que os haya gustado y os haya sido útil. Huelga decir que el autor es tremendamente más complejo y este resumen no es absolutamente nada en comparación.

1 comentari:

  1. Em sembla que t'expliques prou bé. Una bona classe de filosofia. M'has refrescat coneixements. Moltes gràcies.

    Una abraçada.

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