Poesia: Zizek.

Zizek

Me adentro en el mundo esmeralda.

En las profundidades de las raices de mi putrefacción.

Y me bebo un algo, un no sé qué

y resulta que el profesor de antaño es amigo de mi cáncer,

berrugoso y frívolo,

y me hacen no sé qué fiesta,

y no sé por qué 

y la fiesta es absurda.

Está James para abrazarme cuando llore

y la abanderada de la justicia preguntándose por qué ha venido.

Zizek mira desde la distancia, 

como el honorable elefante que vigila a sus crías.

Y la abanderada quejándose, y yo con un ataque de epilepsia

la abandera quejándose y mi madre quiere comprarme un móvil.

¿Por qué?

¡Y esa vieja del demonio sabe todo sobre la existencia ajena!

¡Y mi madre lo permite! ¡Dios, Joder!

Y miro a la abanderada y a la cara le escupo y le chillo.

¡Puta sifilítica! ¡Muérete!

Y sale James y de algún modo ya le ha cortado la cabeza

con esa sonrisa oligofrénica

dibujada en el almacén de su cerebro.

¡Deliciosa materia gris!

Y llega la noche y salimos a enterrarla.

Ha comido pajarillos 

que merecían vivir más que ella.

Y Zizek sale, porque James tiene prisa,

James se va y Zizek viene y me ayuda a enterrarla

y me dice que la masturbación es obscena

y me dice "

¿Cómo tendría yo una actitud espontánea

hacia el universo?

Pues tengo una muy oscura.

La primera tesis sería

algún tipo de total vanidad.

No hay nada, básicamente

Quiero decirlo bastante literalmente

Como si finalmente 

aquí hay sólo algunos fragmentos 

algunas cosas que se desvanecen

si miras al universo

es todo un gran vacio

Pero entonces ¿Cómo emergen las cosas?

Siento una especie de afinidad por la física quántica.

La idea de que el universo es un vacío

pero hay una clase de vacío cargado positivamente

y entonces las partículas aparecen

cuando el equilibrio del vacio es perturbado

Y me gusta muchísimo esta idea

el hecho de que no hay sólo nada

que las cosas están ahí fuera

Significa que en algo estábamos terriblemente equivocados

que, lo que llamamos creación 

es una especie de desequilibrio cósmico

de catástrofe cósmica.

que las cosas existen por error"

Y nos fuimos de ese lugar 

tras ese extraño sermón funerario.

Y yo no conozco a mi padre y tú sí

y él conoce a mi padre y yo no

y vive al lado mío y no lo sabía

tiene trescientas hijas y yo el único varón

Trescientas hembras y uno maricón.

¿Y por qué esta argentina que viene conmigo a clase es su hermana?

Y Zizek no me responde, sólo observa.

La argentina me dice ¡Ya lo sé! Y yo me muero y no me lo explica

y no tiene coherencia y salen flores de mis sueños inhertes

nacen hartas sabiéndose carroñeras

y nacen cansadas como mi neocortex y mi corazón.

Y me dice ¡Te llevo a casa! Y me dice ¡Ven a conocerlo!

Y él no quería conocerme ¿Por qué tendría que querer ahora?

Y él no quería conocerme 

y me lo dijo claramente

Yo allí llorando, yo allí pequeñito y le pregunto

¿Quieres conocerme?

Porque yo quiero conocerte

y él respondió

yo no quiero conocerte

y se cortó la señal

y yo trece otoños ante la playa nocturna

en una cabina 

y en la noche en el cielo 

veía la oscuridad que invadía mi pecho

y un agujero negro invadía mi pecho

cuando era un mocoso

y ese dolor era horrible

y es un dolor inimaginable

y es un dolor atroz inalcanzable

para los más básicos

y dentro mío el agujero negro me debora como un desequilibrio cósmico

como una catástrofe cósmica

Y perdí mil quilos cuando aún sospechaba

que la vida tenía un valor ontológico

Y morí mil veces 

y mis lágrimas aún me salen

y él, machista y misógino,

y las lágrimas aún me salen.

De pequeño Cadena me enseñó a desobedecer

tampoco conocía a su padre

pero estaba en la cárcel

y por teléfono lo conoció

yo lo recuerdo

estaba en la cárcel

dónde uno es más libre

y es más capaz de dar valor a la vida

dónde uno da valor a la vida.

Y yo ahí con Zizek y sin James para abrazarme

y mis lágrimas se iban

y Zizek me miraba y estábamos Zizek y yo en esa casa

y mi padre fingía interés

y quedamos por la noche

para tormar algo

y afirmó

y los abuelos ya están muertos.

Y yo allí y Pepe y mi madre habían ido,

yo allí sin ellos saber nada

en ese bar del Mundo Esmeralda

Y Zizek se rasca la barba

y James no estaba.

Zizek pega a un grupo de veganos,

menos mal, porque huelen a guarros.

Y cuando mis ancestros 

vieron a los tres hermanos

uno gordo

uno gafudo

y uno fibrado,

el último y más guapo

mi madre molesta

y Pepe indignado

¡Yo te he criado!

Y sin él no soy nada, dice

y sin él no puedo ser algo

Y mi madre me quiere comprar un móvil

Y no deja de repetirlo

y me harto.

Y veo a un tal Borja amigo de la diosa de Tolkien,

me acerco a saludarlo y muestra interés

y a nadie le importa

y me vuelvo

y ya sólo está Zizek, 

ni mi padre ni sus hermanos

ni Pepe ni mi madre.

Y mi Yahvé muerto hace años y sin poderme aconsejar

y mi mente casada con un sifilítico septentrional

y mi Yahvé , que sólo vivia para tenerme atenciones.

Y aparecieron el profesor y mi cáncer

y dejaron inconsciente a ZIzek

y me llevaron a la fiesta que habían organizado.

Y la leche me lo avisó

me dije,

la leche me lo avisó

y sentí miedo.

Y me condujeron al nihil

y no recuerdo nada

y Zizek con un ojo morado

vino a rescatarme.

Mi padre con todas las mujeres envolviéndolo

y yo puesto de caballo hasta en el corazón

y mi cáncer me violaba

y mi profesor de antaño haciendo fotos sonreía

Y a mi me faltan trozos de torso

y trozos de alma

y también me faltan dedos en los pies

y no estaba James para abrazarme

y mi Yahvé muerto hacía años.

Y nadie que me pudiera aconsejar

E íbamos caminando a las afueras para mi casa

Dónde ya no aguardaba nadie

e íbamos a dormir

y a medio camino unos perros

junto a la carretera.

Hay una mesa de buffet sin razón aparente

en esa enferma linea de asfalto

y los perros movían la cola

y queriendose comer lo que había en el buffet

amanecía sin salir el fénix

y ellos en los huesos

y sin podérselo comer

Y me suplica Dioniso 

y subo al perro más pequeño sobre la mesa

de mientras, Zizek observa

y los otros perros lo entienden y se alimentan

y la madre con sus inocentes ojos agradecidos

mira fijamente a los míos endulzados pero ennegrecidos.

Y sigo mi camino y dormimos

y cojo el autobús 

y allí está la profesora que más quiero con Yerma de la mano

y me siento junto a ella,

le cuento lo que me ha pasado, acaba llorando

y lloro con ella, 

la abrazo

y el destino del autobús es ninguno.